El sudeck no entiende de edad ni de nada.
A menudo, me pregunto como esas grandes madres que tienen niños con la enfermedad superan cada día. Ya, es duro pasarlo como mujer, me imagino como madre, que sentimiento de dolor , de impotencia, de resignación ,de no poder hacer nada por sus hijos teniendo está cruel enfermedad, en la que no siempre está reconocida. Darles un abrazo a todas ellas y mucho ánimo para no decaer. Ellas son las verdaderas heroínas en todos estos procesos. Está enfermedad existe y es cruel, con quién la tiene y no entiende ni de edades, ni de nada.
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